En realidad no soy buena hablando de mi o de crear una "biografía" {como escritora me muero de hambre} pero haré el intento de hacerlo resumido y en lo posible aclarando ciertas dudas que siempre suelen preguntarme.
Mi nombre es Jung Sun Ah, aunque en facebook me conocen como Sun Mei {y en la mayoría de los sitios} y eso es porque Mei es mi nombre japonés. Para que entiendan un poco les explico, mi madre es japonesa, conoció a mi padre en una secundaria de Japón y aunque nací en Korea y siempre me he sentido mas coreana que japonesa, pues la verdad es que soy mitad y mitad, por decirlo de alguna forma.
Cuando vives en Japón, debes adoptar un nombre japonés, para evitar confusiones y líos en cuanto a pronunciación, así que cuando nos fuimos a Japón a los 4 años, mi madre me puso el nombre que a ella le gustaba mucho, Aoyama Mei. Es un poco confuso cuando explico mi historia, porque tengo dos nombres, uno coreano y uno japonés entonces cuando ven Sun Mei y luego les digo que mi nombre es Sun Ah no saben cómo preguntar. Y para mi también es complicado, porque mi madre ama el nombre Mei y cuando digo "Me llamo Jung Sun Ah" ¡luego me detengo a pensar que también me llamo Aoyama Mei! Les digo, es un lío. Por respeto a mi madre, en los sitios que me inscribo siempre pongo el nombre de Sun Mei, una combinación de Korea y Japón, ¿Comprenden?
Muy bien, tengo 24 años y vivo en Jamsil-dong, Songpa-gu, Seoul. Como dije anteriormente, a los 4 años nos fuimos a Kyoto, la ciudad natal de mi madre, donde crecí entre mucha familia y tradiciones nuevas para mi. Luego a los 7 años, por el trabajo de mi padre nos mudamos a Chile, Viña del Mar, donde aprendí a regañadientes el español. Creo que mi padre vió agunos de mis mangas en donde el tutor se enamora de su alumna y terminan juntos, porque contrato a un chico universitario con complejo de sargento militar. Era guapo, tenía 7 años pero con gusto xD, universitario por lo tanto joven, pero era sumamente estricto. Aunque si ahora me detendo a pensar con claridad, creo que su metodo de enseñanza no era tan malo, porque a pesar de que al principio hizo que odiaria el español y le tomara una fobia justificada, hizo que le demostrara que yo podia aprender y que no era estupida como a veces él me lo hacía ver. Luché contra libros de verbos, acentos {que nosotros no tenemos} con las letras b, v, c, k y todo lo complicado que significa el español, para alguien que aprendio hablar con un idioma totalmente diferente con caracteres y no letras, fue un asco. Y lo digo abiertamente, odié con todo mi corazón aprender español, pero como dije, para demostrarle al idiota de mi tutor que yo sí podía, lo pude manejar al año de estudiarlo, y ya a los dos años lo aprendí casi perfecto. Al menos no hablaba tan indio como al principio y podia escribirlo y hacerme entender. Tres años bastaron para que manejara los acentos y verbos completamente y me siento orgullosa. Ahora puedo comunicarme con gente maravillosa de Chile, Argentina, Peru, Venezuela, Mexico y España! He conocido a muchas buenas amigas que aún perduran.